Aquí os voy a contar las sensaciones de una novata, es la segunda vez que iba a debutar esta distancia Sprint (750 metros en el mar, 20km en bicicleta y 5 corriendo). La anterior, la natación la hice en Madrid en un estanque, así que eso no cuenta, ya que tenía la opción de tocar fondo cuando estaba muy agobiada.

Bueno empezar mencionando que este Triatlon se hace por la tarde, concretamente la salida Sprint era a las 18.00. Muy buena hora para correr, pero muy mala para la natación.

Cuando llegamos a la Playa de los Muertos de Carboneras, me encuentro con este panorama (dejo foto), olas de 1metro y medio y viento de 36 km por hora. La primera sensación fue ABANDONAR!

Inquieta y muy nerviosa luchaba conmigo misma, SI, NO, SI, NO. Lo mal que me iba sentir si me rendía y el alivio que tenía cuando decidía que no iba a participar. Un mar de dudas.

Rubén Gambín Manzano (www.gambintrinat.com) estuvo animándome todo el tiempo y que decir de mi suegro, que me decía ,, CON UN PAR!!! ,,

Llegó la hora de la distancia olímpica, dan la salida y todos al agua. Daba sensación de que no avanzaban. Veías salir a la gente de la primera vuelta súper mareada, perdían gafas, gorros y alguno hasta hizo de croqueta en la orillas. Segunda vuelta, Rubén Gambín, sale segundo, lucha contra el oleaje y lo más importante, lo disfruta. Nosotros también disfrutamos, orgullosos de ese espectáculo.

Y yo que? Yo cagada… No me veía capaz! Un ratito viendo la carrera ciclista olímpica y a los boxes a preparar mis cosas y a cambiarme, decidí ir a probar el agua e intentar meterme, a ver las sensaciones.

Todo listo, hable con varias personas por el camino y creo que estaban peor que yo. Llego a la orilla, todavía no había nadie. Observo y observo, dudo y dudo. Llega más gente que se mete al agua, decido meterme con ellos y probar. Sensaciones regulares… Es una de esas playas, que te metes y ya cubre. Eso hay que tener en cuenta a la hora de salir del agua, tomo nota.

Llega la hora, preparo mi reloj, nerviosa, todavía no lo tengo claro. Me dejo llevar por la gente, nos colocamos en la línea de salida, espero y el corazón a mil. Me retiro? NO, hay que intentarlo, me acuerdo de Rubén, no lo quiero decepcionar.

Pitan, todas corremos, pero creo que lo hacemos a cámara lenta, sin ganas de meternos en ese mar. Me lanzo y a remar, mantengo la cabeza fuera todo el rato, así podía ver las olas cuando me venían encima, pero me canso antes y avanzo muy lento, intento meter la cabeza y respiro cada dos, trago agua varias veces, me paro, me recupero y sigo. Así llego a la primera bolla, ya queda menos, el reflejo del sol no dejaba ver la segunda, como puedo lucho y llego hasta la segunda. Una vez que la paso, me relajo y descanso esperando que las olas me ayuden a avanzar hacia la orilla. Por el oleaje no se veía hacia donde había que nadar, intentaba aprovechar las crestas de las olas para ver. Muchas veces más trago agua, pero cada vez estoy más cerca y cada vez las olas son más grandes ya que rompen justo donde estoy yo, intento mirar hacia atrás y controlar a las grandes para que no sea yo quien haga la croqueta…

Todo Ok, salgo viva y ahora sé que lo peor ha acabado, sonrío por haber superado esa etapa y contenta corro a los boxes.

Cojo mi bici y a por todas, esta es mía, la que me gusta y la que más disfruto. A la Salida del pueblo te encontrabas con la primera pendiente y era la más dura con diferencia, 15% de desnivel, aprieto los dientes y pedaleo. Luego un llano, que permitía relajar algo las piernas e ir a una cadencia más alta, alcanzo a varias chicas. Se aproxima la segunda subida, pica algo, pero no tiene nada que ver con la primera. Ya veo el cruce que daba la nacional, queda poquito y ya llega la bajada, Llego al cruce y toma viento, mucho viento durante toda la bajada. Y luego una vueltas más, otra vez me enfrento a la dura cuesta y haciendo cambios con los platos, me salta la cadena. Me veo obligada a pararme y colocarla, pierdo 1 min y continúo apretando más, para ganar el tiempo perdido.

Perfil de la parte de ciclismo:

Termina la parte de la bici, ahora toca correr. En los boxes, tropiezo y me caigo, pero me incorporo rápido, y a seguir. Corremos por el paseo, no hace calor, pero hay viento en contra, molesta…

Solo pienso en disfrutar y no pinchar, intento establecer un ritmo cómodo y recuperarme de la bici. Hay una parte donde llegas a correr en la playa, por la arena, se te mete dentro de los deportivos y es incómodo. Después viene la cuesta hacia el Pueblo, aquí es asfalto y 3% de subida. Ya queda poco para la segunda vuelta, es hora de apretar y subir algo el ritmo, lo intento. Cuando estoy casi terminando, Rubén me acompaña corriendo hasta la meta, aprieto los dientes y ya llego. Objetivo alcanzado, orgullosa y contenta por enfrentarme e este reto. Gracias por el apoyo de todos, y sobre todo a mi entrenador personal Rubén Gambín Manzano. Siguiente Xabia, pero ese lo haré en compañía…